Se advierte que la pretensión cautelar innominada, relativa a la orden de no innovar, traspasa los límites de lo que pueda ser resuelto en el trámite cautelar, con vista a los limites objetivos del proceso, circunscriptos al amparo de la posesión agraria y no a la restitución posesoria. De manera que al ser sostenido la protección de la posesión agraria, la pretensión cautelar innominada de marras, no ostenta instrumentalidad que demuestre la confluencia y existencia, ni siquiera de manera presuntiva, de los requisitos de procedencia que deben atenderse para que sean dictadas cualquier medida de tutela preventiva, es decir fumus bonis iuris, periculum in mora y periculum in damni, a fin del decreto de Medida. En consecuencia, debe ser declarada IMPROCEDENTE la medida cautelar solicitada. Y así se decide.